El cambio climático
El cambio climático es, sin lugar a dudas, el problema ambiental más importante al que se enfrenta la humanidad y ya estamos sufriendo sus efectos.
No es un temor infundado, es una realidad a la que conviene hacer frente desde todas las posiciones posibles.
El cambio climático está empezando a transformar radicalmente nuestro planeta y las principales causas han sido la quema de combustibles fósiles, que han liberado dióxido de carbono (Co2) y otros gases de efecto invernadero (conocidos como GEI) en la atmósfera.
El efecto invernadero es el calentamiento que se produce cuando ciertos gases de la atmósfera de la Tierra retienen el calor.
Estos gases dejan pasar la luz, pero mantienen el calor como las paredes de cristal de un invernadero.
Este efecto invernadero es lo que hace que el clima en la Tierra sea apto para la vida. Sin él, la superficie de la Tierra sería unos 60 grados Fahrenheit más fría.
Los niveles de gases de efecto invernadero han sido bastante constantes durante los últimos miles de años, pero, desde el inicio de la revolución industrial en el siglo XVIII, los elevados niveles de dióxido de carbono en la atmósfera están aumentando el efecto invernadero y provocando una subida de temperatura que tiene un impacto directo sobre nuestros océanos.
Por un lado, producen un calentamiento del agua que está causando el desplazamiento de las especies desde el sur hacia los polos.
Por otro lado, los glaciares del Ártico se están derritiendo, aumentando considerablemente el nivel mar y la desaparición del hábitat natural de ciertas especies como los osos polares, morsas o focas.
Además, los patrones de circulación de las corrientes oceánicas están variando, así como el de los vientos, lo que crea fuertes tormentas y lluvias torrenciales
El calentamiento del océano está favoreciendo además un proceso llamado acidificación.
La acidificación del océano se produce por el aumento de la concentración de dióxido de carbono disuelto en el agua de mar y podría convertir al mar en un lugar hostil para la vida marina.
En 2017, los efectos del cambio climático han sido devastadores
Olas de calor sofocante.
Los tres últimos años han sido los más calurosos de los últimos 137 años.
En Estados Unidos las temperaturas han alcanzado hasta los 47° en Nevada, Arizona y California.
Los meses de junio, julio y agosto estuvieron marcados en Europa por temperaturas extremadamente altas. En España varias ciudades rompieron el récord de junio de temperaturas más altas.
La situación es aún peor en los Emiratos Árabes, Pakistán, Kuwait y Marruecos, donde se han registrado temperaturas hasta de 54°C. Hoy en día, el 30% de la población mundial está expuesta a sufrir un calor potencialmente mortal durante 20 días al año o más.
Incendios forestales.
Desde Nueva Zelanda a Portugal, desde California a Groenlandia y Chile se han sucedido las olas de incendios más graves de las que existe constancia.
Maravillas en extinción.
Los expertos advierten que en 2050 el 90 por ciento de los corales de la Gran Barrera en Australia habrá desaparecido. El aumento de la temperatura del mar y la acidificación de los océanos son los principales responsables.
Récord de tormentas.
El calentamiento de la superficie del océano aumenta la evaporación y fortalece las tormentas y huracanes. Los huracanes María e Irma en el Caribe, Harvey y Nate en América Central y Estados Unidos, tormentas como Ofelia en Irlanda, y Xavier en Alemania son registros que no se han producido antes. El huracán Irma es el más fuerte jamás registrado en el océano Atlántico.
La Antártida se derrite.
En julio, un gigantesco iceberg se desprendió de la barrera de hielo Larsen, una de las mayores de la Antártica, reduciendo su área en más de un 12 por ciento.
Contaminación.
El deterioro de la calidad del aire causa miles de muertes en el mundo. La capital de India, Nueva Delhi, es una de las ciudades más contaminadas.
Inundaciones.
Las tormentas a menudo provocan subidas repentinas en los niveles de las aguas y deslizamientos de tierra. Las inundaciones son desastres naturales cada vez más frecuentes.
Sequía.
La escasez de agua afecta ya a un 40% de la población mundial. España se ha visto también asolada por la sequía. Según la AEMET, el año hidrológico ha cerrado con 551 litros por metro cuadrado en toda España, lo que representa un 15% menos de la media histórica, situada en 648 litros. Se están produciendo sequías cada vez más prolongadas e intensas.
Olas de frío.
Esta semana Europa se ha visto afectada por una ola de frío extremo.
Mientras los termómetros en el continente bajan hasta los 40 grados bajo cero, el Polo Norte registra temperaturas positivas.
El avance del deshielo en la zona más septentrional del planeta como consecuencia del cambio climático está provocando un aumento inusitado de las temperaturas y este calor en torno al Polo Norte ha permitido que el aire del Ártico se desplace hacia el sur, provocando temperaturas gélidas.
Para poder prevenir los desastres causados por el cambio climático, debemos mantener el calentamiento global por debajo de los 2ºC, tal y como se especifica en el Acuerdo de París, un acuerdo dentro del marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que establece medidas para la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a través de tres acciones concretas:
a) Mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 °C con respecto a los niveles preindustriales, reconociendo que ello reduciría considerablemente los riesgos y los efectos del cambio climático
b) Aumentar la capacidad de adaptación a los efectos adversos del cambio climático y promover la resiliencia al clima y un desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero, de un modo que no comprometa la producción de alimentos;
c) Elevar las corrientes financieras a un nivel compatible con una trayectoria que conduzca a un desarrollo resiliente al clima y con bajas emisiones de gases de efecto invernadero.
Todos debemos involucrarnos en trabajar por un desarrollo sostenible, en nuestras manos está el futuro de nuestro planeta.
Los bosques ayudan de manera decisiva a abordar los impactos del cambio climático no solo absorbiendo los gases de efecto invernadero, sino también creando paisajes con una mayor resiliencia.
Sin embargo, cuando se talan los árboles por razones agrícolas o para construir infraestructura se emiten a la atmósfera grandes cantidades de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, lo que contribuye al cambio climático.
La demanda de papel barato está alimentando la destrucción de los bosques primarios del planeta.
El 17% de la fibra virgen utilizada por la industria papelera mundial procede de bosques primarios, especialmente de bosques de Canadá, Finlandia, Rusia e Indonesia, países desde donde el sector papelero español importa pasta de papel y papel. En el caso de Indonesia y Rusia, la tala ilegal es un problema grave y extendido.
Nuestra empresa lleva mucho tiempo denunciando que aún hoy en el mercado español se sigue utilizando papel que incumple la normativa legal y las recomendaciones de la ONU sobre consumo responsable porque, lamentablemente, en muchas empresas prima el beneficio económico sobre la ética profesional.
Nosotros siempre hemos apostado por el cuidado del Medio Ambiente con papel homologado y certificados que avalan que no procede de talas ilegales o insostenibles.
Un año más nos sumamos a la #HoradelPlaneta.
La #Hora del Planeta es mucho más que apagar la luz: es un compromiso para unirnos en la protección de nuestro único hogar.